Dra. Martha Ileana Landeros Casillas
Doctora en artes visuales y educación por la Universidad de Granada.
Dr. Angelo Miramonti
profesor de Artes Escénicas y Comunidad en Bellas Artes,
Institución Universitaria del Valle, en Cali, Colombia,
RESUMEN:
Este proyecto relata la historia del conflicto saharaui que por casi 50 años tiene como disputa los territorios de los que fueron despojados a causa de una descolonización fallida por parte de España. La realización de entrevistas a mujeres que protagonizaron momentos o hechos relevantes de la historia intenta acercar al lector una perspectiva desde sectores mucho más diversificados, es decir, para la realización de esta investigación recurrimos a las historias de vida vinculándolas con el teatro testimonial, intentando con ello revindicar su historia y resignificar su derecho a contar su versión de la realidad. El resultado son varias obras de teatro que expone y cuestiona las atrocidades que ha vivido el pueblo saharaui durante tres generaciones. Este estudio se basa en la Investigación basada en Arte desde donde enfocamos las historias de vida y el teatro testimonial como una vertiente del Teatro del Oprimido.
Las entrevistas y las obras de teatro surgieron desde el acompañamiento de un taller teatral impartido por el doctor Angelo Miramonti, que por primera vez se llevó a cabo en los campamentos de refugiados en Tindouf con el apoyo de la Universidad de Guadalajara y la Embajada Saharaui en México.
Palabras claves: Teatro testimonial, historias de vida, mujeres, saharaui.
INTRODUCCIÓN
La historia invariablemente ha sido escrita por hombres y son ellos quien han decido qué aparece y cómo aparece la mujer, son ellos quienes se han encargado de redactar los acontecimientos, normas, posturas, que por décadas a delineado la aparición de las mujeres a lo largo de la historia, somos el resultado de un sistema que poco a poco en el tiempo y en el espacio se comienza a revertir.
El objetivo central de este estudio es contar la historia del pueblo saharaui alejándonos del paternalismo histórico con el que siempre se ha escrito la historia. Deseamos abrir un nuevo capítulo relatando la realidad desde los ojos, sentires y luchas de las mujeres saharauis; sus historias de vida son el eje central de este proyecto, y lo narramos desde un enfoque distinto, es decir, vinculamos las historias de vida con el teatro testimonial de la tercera generación de mujeres, quienes en su mayoría han nacido en los campos de refugiados, de esta manera, hacemos una propuesta de investigación y de reflexión que articula lo individual con lo colectivo, y las artes escénicas con los testimonios para restituir la memoria borrada de las mujeres.
Vincular las historias de vida con el teatro testimonial, es una propuesta experimental académica, que tiene como objetivo profundizar en el impacto de un acontecimiento histórico que poco se ha difundido y en el que la intervención de las mujeres ha sido crucial, pues han tenido que reinventarse, superarse y seguir adelante con sus vidas a pesar de todas las injusticias, golpes, violaciones y vejaciones que hayan podido sufrir. El conflicto empieza desde mediados del siglo XIX, la zona correspondiente al Sahara Occidental estaba en disputa respecto a cuál pueblo debería habitarla y, por consiguiente, cuál gobierno debería hacerse cargo de ella. Aunque históricamente había estado ocupada por tribus bereberes, fue tras el reparto de África en el que distintas potencias colonizadoras dividieron y decidieron sobre los territorios africanos.
En 1946 el Reino de España, después de la firma de varios acuerdos con Francia, nombraría a este lugar como África Occidental Española, siendo ésta la mayor prueba de que el Sahara Occidental es colonia española. Bajo esta tesitura, debido a la inestabilidad del gobierno español por la Guerra Civil y la posterior dictadura de Francisco Franco, provocó que se prestara poca importancia a la situación de esa colonia africana, en la que ya se comenzaban a esparcir ideas sobre la libre determinación del pueblo saharaui.
A mediados de los años sesenta en muchos países comienza la descolonización y Marruecos ve la oportunidad de reclamar lo que ese país concibió como el Gran Marruecos, lo cual implicaba la reivindicación territorial sobre Mauritania, Mali, Argelia, las Islas Canarias, Ceuta y Melilla, así como del territorio correspondiente al África Occidental Española o Sahara Occidental, como popularmente se le conoce.
Alrededor de 1963, la ONU inicia una investigación sobre los legítimos ciudadanos del Sahara Occidental y ese mismo año lo declara como un territorio no autónomo, por medio del Comité Especial para la Descolonización de las Naciones Unidas, y lo incluye en la lista de territorios que requieren otorgar su independencia. Para ese entonces casi todo el pueblo tenía conocimiento sobre el despojo que querían hacer de sus territorios y las negociaciones engañosas y manipuladoras que deseaba hacer el dictador Franco con Marruecos, por lo que en 1973 se crea el Frente Polisario para reivindicar la idea independentista del Sahara Occidental frente a España en Tindouf, Argelia.
En la agonía de Franco en 1975, Marruecos realiza lo que muchos llaman la Marcha Verde, que no es otra cosa más que la migración de cientos de civiles marroquíes hacia el Sahara Occidental y para lo que el gobierno español no opuso resistencia. Por consiguiente, Marruecos y Mauritania deciden invadir el Sahara, mediante una ocupación armada, ambos reclaman el territorio como suyo. Muchas familias se ven obligadas a huir de sus casas e internarse en lo que mejor conocían: el desierto del Sahara. Otras más se quedan en sus casas en Marruecos y resisten la invasión, iniciando a partir de ese año una convivencia hostil y de persecución; otros muchos hombres y mujeres se unen a la guerra y logran que Mauritania se retire del conflicto y regrese los territorios, que hoy se le conocen como los territorios liberados.
Es así como inició la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos, que tras muchos años de gestiones se ha intentado resolver pacíficamente ante la ONU y diversos organismos internacionales a través de la emisión de un referéndum para la autodeterminación a favor del pueblo saharaui, así como para terminar con el proceso de descolonización, pero desgraciadamente poco o nada se ha logrado. Es por esto que, hasta el día de hoy, la población saharaui se encuentra divida en tres partes: miles de familias saharauis viven en diferentes campamentos de refugiados en Tindouf, otra parte de la población vive bajo el yugo marroquí en los territorios ocupados, una parte muy pequeña vive en los territorios liberados, que recientemente fueron evacuados a raíz de que nuevamente Marruecos declaró la guerra al Sahara Occidental y hasta el día de hoy siguen enfrentados en una guerra que ya cumplió poco más de un año y que a nadie parece importar.
A raíz de los hechos antes descritos toda la población saharaui en general ha tenido que adaptarse y reinventarse, como una sociedad desde el exilio viviendo en un territorio “prestado” como suelen nombrar ellos a los campamentos de refugiados de Tindouf, o bien viviendo las peores atrocidades por quedarse a defender su territorio invadido por Marruecos, de cualquier forma, gran parte de la historia saharaui ya se ha escrito, y pocas veces ha sido contada desde las voces y experiencias de ellos y ellas, pero principalmente de las mujeres quienes han sido la columna vertebral de este movimiento, pues poco se ha escrito sobre la participación que ellas han tenido durante la gestación del frente polisario, la organización en los campamentos, la reivindicación incansable dentro del territorio ocupado y la participación a nivel internacional que han tenido para difundir su causa, por ello, este artículo solo las enfocará en ellas desde la horizontalidad, permitiendo que sean ellas quienes cuenten la parte de la historia saharaui que hace falta compartir desde la perspectiva femenina.
MARCO TEÓRICO METODOLÓGICO
El papel que las mujeres desempeñan en las sociedades es el resultado de una asignación ancestral; sin embargo, cada vez con mayor frecuencia este papel es cuestionado por las propias mujeres, quienes con mayor frecuencia reclaman su participación al escribir la historia de las sociedades. El lenguaje en toda la extensión de la palabra, es uno de los recursos más poderosos que los sistemas han utilizado para crear diferencias, asumir posturas, relegar etnias, sesgar realidades, asumir posiciones y delimitar participaciones. Es la mujer quien, a través del lenguaje, transmite a sus hijos la educción, los valores, las tradiciones y una infinidad de saberes, contradictoriamente, es el lenguaje también el que se ha usado para hablar por ellas, sobre ellas y de ellas.
Históricamente ha existido la división de trabajos, deberes, responsabilidades, expectativas, etc. Las diferencias físicas a lo largo del tiempo han definido la participación de la mujer en la sociedad, lo que ha creado una sociedad regida por hombres, donde la mujer solo ha sido el complemento, la musa, la parte maternal y sentimental de la relación; sin embargo, muchos factores han propiciado un cambio en el rol de la mujer, por ejemplo, la incorporación de la mujer en la vida laboral, la alfabetización, el derecho a la participación democrática, en fin, una serie de características que cada sistema político, social, cultural y económico ha empujado en el orden mundial a este lento pero paulatino cambio.
Ante este panorama convendría preguntarse cómo es que las mujeres saharauis han llegado a los extremos más insólitos, crueles, improvisados y desmedidos desde donde se han abierto paso para ser escuchadas y para ser vistas, para ello, es importante escuchar la historia que hay detrás de cada mujer, detrás de cada testigo. Para los fines de este trabajo recurrimos a las historias de vida vinculándolas con el teatro testimonial, intentando con ello revindicar su historia y resignificar su derecho a contar su versión de la realidad.
El Teatro testimonial es una vertiente del Teatro del Oprimido que consiste, a grandes rasgos, en dotar o entregar a las personas los modos de producción teatral para que se reapropien de un lenguaje artístico que es propio de todo ser humano y no restrictivo para ciertas clases. Como decía Boal (1998), este método persigue la desmecanización física e intelectual de los participantes y la democratización del teatro, estableciendo condiciones prácticas para que las personas hagan uso del lenguaje teatral y amplíen sus posibilidades de expresión, a través de una comunicación directa, activa y propositiva.
El teatro testimonial y autobiográfico como derivación del teatro del oprimido, es un conjunto de métodos teatrales que utilizan en varias formas contenidos autobiográficos, orales y escritos por los participantes en el proceso de creación (Ray y Pendzik, 2021), también se le denomina Performance Autobiográfico Terapéutico (PAT), que es una forma de drama terapia (Landy, 1994) basada en la puesta en escenas de memorias autobiográficas personales y colectivas. Este método demostró su eficacia terapéutica sobre todo en la resignificación de memorias traumáticas de largo plazo (Sajnani & Johnson 2014).
Para llevar a cabo las sesiones es necesario repasar, vivir y experimentar las cuatro etapas que conforman esta metodología: Narración, incorporación, presentación pública y reflexión. Cada una de etas etapas es pieza clave, pues cumple una función individual y colectiva, que se desarrolla entre los participantes, además de la ola expansiva que se genera cuando se exhibe la obra. En el caso del espectador saharaui, inmediatamente empatizó con las historias de vida que se presentaron, pues no sólo las han escuchado a lo largo de su vida, sino que las han vivido y sentido por el solo hecho de ser saharauis.
Por otro lado, abordamos las historias de vida, buscando adentrarnos lo más posible en el conocimiento de la vida de las personas, en sus sentires, en la forma en que recuerdan su realidad, esta combinación de técnicas es capaz de captar los procesos y formas acerca de cómo los individuos perciben el significado de su vida social, y es posible corroborar el sentido que tiene la vida para ellos (Pérez,2000). Blumer (1969), señala que los seres humanos actuamos con base a los significados que las cosas o eventos tienen en nosotros. En el caso de las mujeres saharauis, las historias de vida intentan recoger aquellos eventos que han tenido un particular significado, pues los fenómenos y experiencias que éstas vayan formando a partir de lo que han vivido y han percibido nos permite adentrarnos a una manera de apreciar su propia vida, su mundo, su yo, y su realidad social.
Parte importante en la conjugación de la intersección que une las historias de vida con el teatro testimonial es el manejo del sufrimiento, el gozo, la remembranza y el análisis que las participantes puedan experimentar al re-observar sus sufrimientos, respecto a los momentos particularmente difíciles y/o dolorosos, ya que este caso en particular se caracteriza por emociones vividas o adquiridas. La práctica teatral propone un espacio físico y, sobre todo, terapéutico, donde las participantes pueden reevaluar y vivir la realidad desde sus propias actitudes personales y las de los personajes que representan.
La categoría de teatro testimonial en estas obras se define como textos escénicos que se basan en la reelaboración de materiales de la memoria de cinco equipos quienes desde sus perspectivas han vivido acontecimientos crueles, injusticias sociales o bien episodios cotidianos donde la incertidumbre de no saber de sus familiares que viven en la parte ocupada por Marruecos, los carcome todos los días. La función principal es tanto la representación de la verdad, así como la performance de la memoria centrada en la visibilidad de prácticas de resiliencia ante la violencia de la que han sido víctimas por casi 50 años.
Las obras de teatro, historias de mujeres sin acabar.
Los participantes al taller fueron jóvenes adultos (5 hombres y 5 mujeres) de edades entre los 15 y los 35 años. El taller duró 8 días seguidos, tres horas por día, en total 24 horas de creación y una presentación pública con una hora de duración, seguida por un ritual de reflexión y cierre.
Durante el taller, se les pidió a los participantes que compartieran oralmente y teatralizaran dos tipos de relatos autobiográficos, uno que fuera sobre la historia de una ancestra o ancestro significativo para el participante, y por otro lado, se les pidió que escribieran sobre un momento de misterio, magia y trascendencia sobre la historia de vida de cada participante, es decir, que narraran una parte de su vida que representara un momento de profunda incertidumbre, y al mismo tiempo que fuese decisiva para el curso futuro de los eventos, es decir, que pudiera tener un desenlace, y que fuera el que cada uno imaginara.
Al final del taller el grupo presentó una muestra de aproximadamente sesenta minutos. La exhibición teatral se compone de cinco monólogos basados en dos historias de ancestras y tres momentos significativos de la vida de algunos de los participantes; a continuación, narramos brevemente las pequeñas obras teatrales.
1. El tío de una alumna participó en la guerra (1975) e intentó atravesar el desierto para llegar en los campamentos saharaui, pero murió de sed y otro combatiente lo vio con un binóculo y llevó el cadáver al campamento, donde unos familiares lo taparon con una tela blanca y con la bandera del pueblo saharaui. Los personajes dejan el escenario llevando el cadáver como en un funeral. Vuelve a escena y la testigo narra que ella nunca pudo conocer a su tío, pero su familia le ha hablado mucho de su valentía, y quiere incorporarlo y recordarlo como una inspiración para su vida en los campamentos. Al final del monólogo la participante lee un texto que le escribió donde cuenta porque el tío que nunca conoció representa para ella un motivo de inspiración y de resiliencia.
2. La obra comienza con la narración de una chica que habla acerca de su abuela quien vive en los territorios ocupados por Marruecos. La participante sólo la vio una vez, y tuvo una breve comunicación con ella durante varios años por teléfono. La abuela representa una inspiración por su valentía, alegría y superación en el contexto de la ocupación marroquí del Sahara Occidental. En la escena, la alumna-actriz está muriendo, la muerte quiere llevársela, pero el médico logra hacerla esperar hasta que su familia llama a la abuela que llega de los territorios ocupados y le trasmite sus últimas palabras de sabiduría a su nieta, a quien sólo le queda un minuto de vida. El último minuto la testigo quiere vivirlos con su abuela. Al final del monólogo la testigo lee un texto que ella escribió, donde imagina que su abuela le escribió una carta para comunicarle sus últimas palabras de sabiduría, donde le habla de un Sahara libre.
3. El protagonista de esta historia vivió su adolescencia en los territorios ocupados por Marruecos. Cuando tenía dieciséis años, él estaba leyendo un libro frente a su casa, y una marcha de apoyo a la causa de la independencia saharaui pasó cerca de su casa. Él no estaba participando en la marcha, pero la policía marroquí lo agredió, lo golpeó con palos e intentó llevarlo al cuartel de la policía. Gracias al intervención de unos transeúntes, él logró escapar a su casa donde su madre le dijo que ya no era más seguro para él quedarse en los territorios ocupados después de lo que había sucedido. Preparan el equipaje y salen de los territorios ocupados sin que la policía los capture. Entran en territorio argelino y llegan en los campamentos saharaui donde miembros de su familia los están esperando. Al llegar, una delegación del campamento les da la bienvenida con la bandera del pueblo saharaui y les dice que en el campamento van a estar seguros y que nunca se sentirán solos. Meses después, el protagonista logró ser admitido en la escuela de cine del campamento. Este fue el inicio de su nueva vida.
4. La protagonista, una chica de 15 años, narra el terror que siente cada vez que escucha las detonaciones de bombas, desde su imaginación o realidad, ella no es capaz de identificar si el sonido es producto de su imaginación, o si es parte de la cotidianidad de sonidos que escucha en los campamentos de refugiados. Lo que sí sabe identificar, es que en ambientes como en el que ella vive no debería vivir ningún ser humano en la tierra, porque más allá de una detonación, está la reflexión que finalmente es lo que la tortura: “solo puedo pensar en las vidas que se pierden, que pueden ser familiares, o amigos, de cualquier forma, se trata de seres humanos matando a otros seres humanos, y eso me entristece”.
5. El padre de la testigo estuvo en la guerra y durante varios años la familia que se quedó en los campamentos sin recibir noticias de él, pasado el tiempo lo dieron por muerto. Después de cinco años de no tener noticias, el papá de la testigo regresó a la casa y, al verlo, la esposa tenía una mezcla de emociones, pero pronto toda la familia celebró el regreso inesperado y la nueva vida del padre en los campamentos. Se trata de un hombre, que estuvo desparecido en Marruecos en una de las muchas cárceles clandestinas en las que torturan, golpean y trastornan a los saharauis.
Después de la presentación pública, el grupo tuvo un momento ritual para compartir, reflexionar e identificar las emociones descubiertas a lo largo de todo el proceso de creación. Uno de los participantes explicó que:
“He leído muchas obras de teatro, porque aquí nos llegan muchos libros, pero nunca me imaginaba como sería por dentro una obra teatral, aquí en los campamentos poco teatro llega, y nunca había experimentado este tipo de teatro testimonial que ayuda, que sana, y eso es lo que necesitamos aquí, un teatro que te ayude a expresar lo que sientes. Siento que a partir de esta experiencia tengo un vínculo más fuerte con el teatro y me gustaría que más compañeros y familias saharauis participaran en estas actividades, ya que nos serviría mucho para sanar las heridas que por más de tres generaciones hemos vivido”. (Hibrahim, comunicación personal 30, de febrero de 2022)
Otro de los participantes refirió que: “Este laboratorio de teatro tuvo un gran impacto en mí. Me ayudó a incorporarme al grupo. Después de ser atacado por la policía marroquí cuando estaba en los territorios saharaui ocupados por el ejército marroquí siento que no soy tan fuerte como antes. Tengo dolores constantes en las piernas y la espalda. Después del ataque, sentí que no era capaz de hacer las cosas que hacía antes. Sentía que mi historia no importaba, que era sólo una de muchas, otro más que se escapó de los territorios ocupados y llegó a los campamentos, que no cuento. Tuve una sensación positiva cuando la gente me aplaudió durante la presentación. Entendí que en este momento necesito curarme de los golpes que recibí en las piernas, además tengo problemas de visión. Ahora sé que mi futuro es aquí en los campamentos, no puedo volver atrás, sería peligroso para mí y para la parte de mi familia que quedó allí”. (Saleh, comunicación personal 30, de abril de 2022).
Como referimos al principio la presentación final se llevó a cabo ante un público, quienes opcionalmente les escribieron notas haciéndoles saber sobre los sentimientos, emociones y recuerdos que proyectó la puesta en escena. Posteriormente esas mismas obras fueron contrastadas con las historias de vida de las mujeres entrevistadas, quienes al verlas (en grabación) la mayoría de ellas reafirmó su pasión y lealtad a la causa saharaui, como por ejemplo, Aminatou Haidar, mujer torturada y desaparecida por 3 años y 7 meses por el gobierno marroquí, quien después de contar su propia historia dijo: “ Pesé a todo lo que he vivido estoy muy orgullosa de ser mujer saharaui, porque la mujer saharaui es una mujer humilde, fuerte, independice, y con un coraje extraordinario, ya sea las que viven en los campamentos de refugiados o en las zonas ocupadas, ellas son las que están en las primeras filas de la revolución, yo por eso estoy tan agradecida con la mujer saharaui por mantener su cultural, sus tradiciones, su resistencia y sobre todo por su resistencia pacífica a pesar de la represión diaria que sufrimos por parte del estado marroquí (Haidar, comunicación personal 19, de agosto de 2022).
La obra de teatro con la que se sintió más identificada fue en la que la protagonista relata una relación a distancia entre una abuela que viven en las zonas ocupadas y la nieta quien vive en los campamentos de refugiados, al respecto dijo: “esa situación es muy común entre todas las familias saharauis, absolutamente todas las familias están dividas. En mi caso he tenido que soportar muchos golpes, detenciones e incluso en 2009 la fundación norteamericana John Train, me galardonó con el premio al coraje civil. Al regresar de Estados Unidos a El Aaiún después de recibir el premio, me detuvieron en el aeropuerto, pasé toda la noche ahí, me sacaron el pasaporte y con absoluta complicidad de las autoridades españolas en ese momento bajo el mando del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, me devolvieron hacia las Islas Canarias, hacia Lanzarote, sin pasaporte y contra mi voluntad por supuesto. En ese momento en el aeropuerto de Lanzarote tomé la decisión de entrar en huelga de hambre y no salir del aeropuerto. La huelga de hambre duró 32 días” (Haidar, comunicación personal 19, de agosto de 2022).
“Hubo una solidaridad enorme y una acogida por parte de Canarias, increíblemente mucha gente importante pasó para expresarme su solidaridad, pero la intervención de Kerry Kennedy, la hija de Robert Kennedy y presidenta de la fundación jugó un papel muy importante, ya que fueron los Estados Unidos quienes obligaron a los marroquís para que me dejaran entrar a mi país, donde están mis hijos, mi familia y mi pueblo” (Haidar, comunicación personal 19, de agosto de 2022).
Durante la presentación de teatro estuvo presente Ehdeidhum Lextab, artista saharaui quien, a través del canto, la música y las representaciones escénicas ha difundido la causa saharaui en más de un centenar de ciudades. Como público de la puesta en escena explicó con nostalgia que, la obra de teatro del hombre abatido en el desierto y solo, le hizo recordar la historia de su padre: “Mi padre siempre fue un pastor beduino, participó en algunas batallas contra el ejército francés como guía, porque conocía muy bien el territorio. Era de esas personas que se ubicaba muy bien en la tierra y con las estrellas sabía dónde estaba y a dónde debía ir, caminaba con base a las estrellas. Fue encarcelado por los franceses dos veces, en una ocasión por 8 años en Dakar y la otra vez sólo duró 3 años en Mauritania, sus detenciones siempre fueron porque le plantaba cara al ejército francés, pues los franceses pisoteaban a la gente y les quitaban todo poseían, cuando necesitaban camellos sólo tomaba la primera manada que encontraba, entonces mi padre tenía su manada y un fusil, y era muy fuerte y valiente, pero desgraciadamente eso le costó la vida” (Lextab, comunicación personal 19, de mayo de 2022).
La historia de la abuela es la historia de Elghalia Dijmi Abdelay Mohamed, quien actualmente vive en los territorios ocupados por Marruecos, es defensora de los derechos humanos y desaparecida por las fuerzas de marruecos durante 3 años 7 meses entre 1987 y 1991, ella pudo ver la puesta en escena a través de una grabación. Cuando vio la obra dijo: “Es la historia de mi abuela paterna, ella nació a finales de los años 40 era una mujer fuera de serie, luchadora, trabajadora, una mujer que a pesar de que nunca fue a la escuela o estudió, tenía mucha capacidad y mucho conocimiento en general de la vida. El “arresto” de mi abuela coincidió con las vacaciones de pascua que yo tenía en la escuela, por lo que estaba en la casa, ese día fue miércoles 4 de abril de 1984, el último día que vi con vida a mi abuela. Ese día me marcó e indudablemente y muchas veces en mi mente repasé los muchos consejos que medio”.
Las historias de vida documentadas fueron de 25 mujeres entre 15 y 65 años de edad, quienes nos compartieron sus vivencias y la manera en que ellas recuerdan empezó el conflicto. Sus relatos resaltan los principios de una igualdad de género en donde contrariamente a lo que ha pasado en muchas partes del mundo, en la sociedad saharaui fueron los hombres quienes empezaron a reconocer esa igualdad y fue durante las negociaciones y posterior creación del Frente Polisario, en esos primeros años como recuerdan Bengochea y Martínez Monfort (2012), quien explica que esa sociedad tribal sentó y extendió sus precedentes nacionalista de igualdad a todos los miembros de su comunidad, dando principalmente una serie de oportunidades a los grupos excluidos como jóvenes, mujeres y esclavos.
Según refirieron las entrevistadas desde el inicio del movimiento las mujeres saharauis fueron clave en la consolidación de los dos momentos nacionalistas que antecedieron la ocupación del territorio por parte de Marruecos. El primero es que ellas se encargaron de la filiación secreta y casi imperceptible de otras mujeres, de sus familiares, maridos, hijos y hermanos, además de ser ellas quienes se encargaban de recolectar dinero, víveres, ropa, llevar, traer mensajes, municiones, y organizar los mítines, así como todo el material que se difundía.
La segunda actuación clave fue la edificación de una sociedad. Todas las mujeres entrevistadas explicaron que fueron meses de enseñanzas, en reuniones clandestinas en donde las prepararon a enfrentar todo tipo de situaciones como explica: Fatma Laulad “Todas las mujeres que participamos en el movimiento saharaui éramos mujeres muy pobres y muy ignorantes, pero nuestros líderes siempre nos dijeron que un pueblo ignorante era fácil de aplastar. No tuvimos tiempo de pararnos a pensar, se nos vino todo junto de un jalón, primero fueron los preparativos del Frente y después sin descansar nos vimos construyendo hospitales, escuelas y casas en los campamentos y ahora aquí seguimos resistiendo, y no nos van a parar” (Laulad, comunicación personal 2, de mayo de 2022).
Es necesario puntuar que el conflicto saharaui incluye varios matices dignos de reconocimientos, ya que por un lado se encuentran las saharauis que de la nada levantaron un campamento y una sociedad, pero también están las mujeres que se quedaron al otro lado del muro, las activistas y defensoras de derechos humanos que luchan contra el gobierno marroquí desde las ciudades ocupadas. Las historias más reconocidas internacionalmente son la de Aminetu Haidar o Djimi El Ghalia, quienes pagaron por la resistencia con prisiones, desaparición forzada y tortura, pero que nada de eso les ha impedido seguir pugnando por la defensa de los derechos humanos y denuncia de violaciones que siguen inspirando a nuevas generaciones de mujeres saharauis en las ciudades bajo control de Marruecos.
Profundizar en las vivencias de las saharauis es reescribir la historia, es dejar de ser estadística para poner nombre y cara a cada una de las mujeres que han participado, y que sigue participando día con día.
RESULTADOS
Entre los resultados sobresalientes de este proyecto, que nos tomó alrededor de un año realizar con una estancia de 3 semanas realizadas en los campamentos de refugiados de Tindouf, donde se trabajó directamente con la tercera generación de saharauis concretamos lo siguiente:
• Elevó la autoestima, reduciendo el sentido de aislamiento y resignificando la identidad y el sentido de pertenencia a un grupo de apoyo que comparte historias similares.
• Se dio mayor sentido de pertenencia y de unión en la comunidad
• Se fomentó el interés acerca de rememorar la historia de la comunidad y su relación con el territorio (el Sahara Occidental, el campamento saharaui en Argelia, pero también los espacios de la diáspora saharaui esparcidos por España, Italia, Francia, etc.)
Y de manera grupal creemos que las consecuencias de esta práctica fueron:
• La posibilidad de ejercer un mayor diálogo intracomunitario sobre memoria, identidad cultural, territorio y poder.
• Definitivamente creemos que de ahora en adelante se cambiarán las narrativas de victimización a narrativas de Desarrollo Activado por la Adversidad, y los integrantes de este grupo de teatro y la ola expansiva que de ellos se genere serán recursos que el participante y el grupo ignoraban que tenían.
• Lo que definió la identidad de los participantes fue fortalecer su conciencia de pertenecer sobre una historia compartida de desplazamiento por el conflicto armado, de privación en su identidad nacional, resiliencia y dignidad.
• Agregar nuevas narrativas a las existentes, visibilizando los sujetos “invisibilizados” por las narrativas oficiales (de jóvenes, mujeres, etc.)
Una de nuestras reflexiones principales sobre la experiencia del Teatro Testimonial con jóvenes refugiados de los campamentos mostró que, los conflictos armados dejan heridas profundas en los individuos y las comunidades y se trasmiten de una generación a otra, afectando también a personas que no han estado directamente expuestas a la violencia de una guerra, sin embargo, reciben la violencia estructural generada por el conflicto como la limitación de la libertad de movimiento en los campamentos de refugiados, la negación del derecho a tener una nacionalidad, el limitado acceso a la educación, etc. La experiencia de Teatro Testimonial con refugiados muestra entonces como el trauma intergeneracional y colectivo se entrelaza con los traumas individuales que los refugiados viven a diario.
CONCLUSIONES
Las historias de vida que se vincularon con las representaciones teatrales dejan ver tan solo la punta del iceberg, pues en este intento por reconstruir la historia desde una óptica feminizada encontramos las más atroces y despiadadas historias, sin embargo, y pese a todo lo que han tenido que soportar el rol de las mujeres saharauis en la lucha por la autodeterminación y por la consolidación de sus derechos, es un ejemplo a seguir, a pesar de los referentes mediáticos cuya narrativa histórica suelen ponerlas como víctimas, bajo la jerarquización de mujeres árabes-musulmanas, sin embargo, gracias a sus testimonios y representaciones, sabemos que son ellas las protagonistas de la reconfiguración de una de las más singulares experiencias de resistencia en el mundo actual.
Las técnicas del teatro del oprimido permitió llevar a cabo una metodología de carácter práctico y participativo con la que se trabajó múltiples aspectos en especial en casos como el de las mujeres saharauis, donde se combinó las historias de vida, de la primera generación con las experiencias de las mujeres más jóvenes, muchas de ellas ya nacidas en situación de refugio, por lo que creemos que esta intervención permitió a las y los participantes ser más consciente de sus actos, de sus raíces y del sufrimiento heredado de una forma visual.
Un artista de teatro testimonial debe propiciar las condiciones para que nos miremos los unos a los otros, para que entendamos que debemos realizarnos como seres humanos. La mujer saharaui principalmente no sólo nos mostró a través del teatro, sino a través de sus historias que la revalorización de las vidas humanas a partir de una mirada empatía, que clama por justicia, y no va a descansar hasta que se consolide su patria, mientras tanto estará vigente y activa en los debates centrales de la sociedad de nuestro tiempo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bengochea, E. y Martínez, M. (2012). “Movilización social e identidad, definiendo ’mujeres saharauis’” en: Historia, identidad y alteridad – Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores. Colección Temas y Perspectivas de la Historia, número 2. Salamanca.
Boal, A. Teatro del Oprimido 1. Teoría y práctica. Traducción Graciela Schimlchuk. Editorial Nueva Imagen.
Blumer, H. (1969). “Symbolic Interactionism: Perspective and method”. Nueva Jersey: Prentice Hall.
Landy, R. (1994). Drama Therapy: Concepts, Theories and Practices, Charles C Thomas Pub Ltd, Springfield, IL.
Pérez, G. (2000). “Investigación cualitativa: Retos e interrogantes. En Técnicas y análisis de datos” (3ª. ed.) Madrid: Editorial La Muralla, S.A.
Ray, P. Pendzik, S. (2021). “Autobiographical Therapeutic Performance as a Means of Improving Executive Functioning in Traumatized Adults”, Frontiers in Psychology, 12.
Sajnani, N. Johnson D.R. (eds) (2014). “Trauma-Informed Drama Therapy: Transforming Clinics, Classrooms, and Communities”, Charles C. Thomas Pub Ltd, Springfield, IL.