María del Valle Hidalgo Jiménez
Licenciada en Psicología y en Arte Dramático. Máster en Traducción Literaria
Doctoranda en Estudios Literarios. Facultad de Filología. Universidad Complutense de Madrid
España
Identificador ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-4540-0422
Resumen
Mirtilla Pastorale (1588) es primera obra de teatro que conservamos firmada por una mujer seglar, publicada en el Siglo XVI. Su autora, Isabella Andreini (Padua 1562 – Lyon 1604) hizo famoso el personaje de la Enamorada de Commedia dell’Arte, con la prestigiosa compañía Gelosi, en la Europa Renacentista. Han alabado su talento y belleza reconocidos escritores contemporáneos suyos como Félix Lope de Vega, quien la cita en tres de sus obras, la han retratado pintores de la talla de Paolo Veronese y ha inspirado a otros artistas e historiadores posteriores. Recientemente, se ha renovado el interés por Isabella Andreini, gracias a investigadoras que ponen de relieve su valor, en tanto que pionera de la dramaturgia femenina, como son María Luisa Doglio, que ha editado una versión comentada de Mirtilla en 1995 o las traductoras Julie D. Campbell y Julia Kisacky, cuyas traducciones al inglés de 2002 y 2018, respectivamente, ha publicado el Arizona Center for Medieval and Renaissance Studies de la Universidad de Arizona, EE. UU. Aunque esta obra presenta muchos rasgos debidos al estilo de la época clasicista, como puede ser la abundancia de referencias mitológicas, es innovadora respecto a la forma de abordar los personajes femeninos y sus relaciones entre ellos, lo que la convierte en una pieza clave para el estudio de la evolución y la actualidad de las dramaturgas. En 2022 hemos estrenado una versión de Mirtilla —con una hora de duración—, siendo la primera traducción que se realiza al español y conservando, por primera vez, la métrica original italiana, en heptasílabos y endecasílabos. El grupo de teatro UCM Dulcineandante la ha representado, entre otras ocasiones, el 27 de julio en 2022 en el Real Coliseo de Carlos III, dentro de la programación cultural de los Cursos de Verano Complutense de El Escorial.
Palabras clave
teatro antiguo, teatro italiano, dramaturgia femenina, Isabella Andreini, Mirtilla
Clasificación JEL: Z11
Abstract
Mirtilla Pastoral (1588) is the first play that we conserve signed by a secular woman, published in the 16th century. Its author, Isabella Andreini (Padua 1562 – Lyon 1604) made famous the character Innamorata, of the Commedia dell’Arte, in Renaissance Europe, within the prestigious Gelosi company. Her talent and beauty have been praised by her renowned contemporary writers, such as Félix Lope de Vega, who refers to her in three of his works, and has been portrayed by painters of the worth of Paolo Veronese. She has also inspired other later artists and historians. Recently, interest about Isabella Andreini has been renewed, thanks to researchers who highlight her value as a pioneer in female dramaturgy, such as María Luisa Doglio, who has edited a commented version of Mirtilla in 1995, or the translators Julie D. Campbell. and Julia Kisacky, whose English translations from 2002 and 2018, respectively, have been published by the Arizona Center for Medieval and Renaissance Studies of the University of Arizona, USA. Although this play presents many features due to the style of the classicist era, such as the abundance of mythological references, it is innovative with respect to the way of approaching the female characters and the relationships between them, which makes it a key piece for the study of the evolution and current affairs of female playwrights. In 2022 we have released a version of Mirtilla —one hour long—, being the first translation made in Spanish and we preserve, for the first time, the original Italian metric, in heptasyllables and hendecasyllables. The theater group UCM Dulcineandante has represented it, among other occasions, on July 27, 2022, at the Real Coliseo de Carlos III, within the cultural program of the Complutense Summer Courses in El Escorial.
Keywords
ancient theatre, Italian theatre, female dramaturgy, Isabella Andreini, Mirtilla
INTRODUCCIÓN
La autora, actriz y compositora Isabella Andreini (Padua 1562 — Lyon 1604), en la dedicatoria de la obra epistolar Lettere escribe, con relación a su texto de teatro pastoral Mirtilla : «se n’usci per le porte della stampa, e si fece vedere nel Teatro del Mondo» . Según los datos que tenemos hasta el momento, Mirtilla, editada por primera vez en 1588, es la primera obra de teatro que conservamos firmada por una mujer seglar, publicada en el siglo XVI y estrenada fuera de los muros de un convento.
Isabella es, probablemente, la más reconocida de las artistas de la Primera Modernidad, por varias razones. Por un lado, llega a ser muy famosa en la Europa Renacentista representando como actriz el personaje la enamorada, durante casi tres décadas, con la compañía Gelosi, una de las más importantes de Commedia dell’Arte —movimiento teatral que nace en Italia y se profesionaliza por primera vez en la historia de las artes escénicas—. Estos cómicos italianos realizan giras en Europa durante los siglos XVI y XVII, extendiendo su influencia a otros grandes movimientos posteriores como la Comédie Française en Francia, el Teatro Isabelino en Inglaterra y el Teatro del Siglo de Oro Español.
Isabella Andreini es retratada por pintores de la talla de Veronese (ver Fig. 1) y recibe elogios de personalidades importantes de la cultura como Félix Lope de Vega, quien la menciona en tres de sus textos, editados varias décadas después de su fallecimiento.
Así habla de ella, por ejemplo, el personaje Tello, en Las bizarrías de Belisa:
Tello. — Por Dios, que es soneto digno
de que en sus obras le ponga
la marquesa de Pescara
que Italia celebra y honra.
O, pues también lo merecen,
en las canciones sonoras
de la Isabela Andreína,
representanta famosa,
pues hoy estiman sus versos
París, Nápoles y Roma.
¡Qué sonoridad, qué luces!
¿Y aquello de arrulladora?
¡Mal año para los cultos!
¡Qué claridad estudiosa!
¡Qué cultura! Dará envidias,
aunque laurel les corona
al príncipe de Esquilache
y al rétor de Villahermosa.
Pero lo más importante es que nos han llegado las obras de Isabella, publicadas en las últimas décadas del siglo XVI y las primeras del siglo XVII. Además de las mencionadas Mirtilla y Lettere, se publica Rime en vida de la autora y después de su fallecimiento, algunos diálogos creados para formar parte de representaciones teatrales . En esta labor de difusión póstuma de su legado, es fundamental la dedicación de su esposo y compañero de trabajo, Francesco Andreini.
Isabella se encontraba en el cénit de su carrera como actriz y dramaturga, cuando fallece —por causas reproductivas—, a la edad de 42 años, en Lyon, después de varios meses de gira y de haber actuado ante Enrique IV de Francia y María de Medici. Como artista del Renacimiento, tuvo una clara conciencia de sí misma, en tanto que individuo que busca trascender a su vida mortal.En una época en la que se recupera y valora el legado de las Civilizaciones Antiguas, ella también quiere dejar su legado, como demuestra en todas las dedicatorias de sus obras literarias. Sus coetáneos también se lo desean y lo plasman en la medalla mortuoria que acuñan con su efigie y la inscripción Aeterna fama (ver Fig. 2), como parte de las grandes exequias que acompañan su entierro en la Catedral de Lyon. Un hecho insólito para una persona de esta profesión.
Tres años antes, Isabella había sido la primera mujer admitida en la prestigiosa Academia degli Intenti de Pavia, con el sobrenombre L’Accesa . Y su luz es capaz de seguir alumbrando los estudios de literatura teatral desde la perspectiva de género. En la actualidad, aunque se ha superado el porcentaje de dramaturgas respecto a lo que conocemos acerca de aquella época y de los siglos posteriores, sigue siendo bastante inferior al de los dramaturgos. Conocer el trabajo literario de Isabella Andreini y entender las circunstancias que marcaron el desarrollo de su profesión, puede ayudarnos a entender la situación actual, heredera de aquellos inicios de la dramaturgia femenina laica.
METODOLOGÍA
Con el fin de conocer la relevancia histórica de Isabella Andreini y su posicionamiento actual como autora de la primera obra de teatro que conservamos firmada por una mujer seglar editada en el siglo XVI, se han consultado estudios previos y se ha profundizado en el texto de Mirtilla Pastorale, tomando como base la edición italiana de 1598 —escaneada recientemente y ofrecida en línea por la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid—, que reproduce la versión de 1588 , a pesar de que la autora publicara una revisión en 1594 que no ha tenido continuidad en las reediciones posteriores y de la que se conserva un ejemplar en la British Library de Yorkshire en Reino Unido.
Se ha enmarcado la autora y su obra en el contexto histórico al que pertenecen y se ha establecido una comparación con otras pastorales —género que nació en Italia a finales del siglo XV como una derivación de la Égloga, se consolidó, con mucho éxito, en la segunda mitad del siglo XVI y se extendió a España, dejando como ejemplo Las bodas de Camacho Comedia Pastoral de Juan Meléndez Valdés , Pablo y Virginia: drama pastoral en tres actos de Juan Francisco Pastor , o La pastoral de Iacinto: comedia famosa, del autor cumbre del Siglo de Oro Español, Lope de Vega —. Con referencia a este género, se ha confrontado principalmente con Aminta (1573), de Torquato Tasso, que ya formaba parte del canon antes de la publicación de Mirtilla. La obra de Tasso se tradujo muy pronto a varios idiomas, entre ellos al español, por D. Juan de Jáuregui , editándose por primera vez en 1607, reeditándose en numerosas ocasiones y traduciéndose recientemente por Fabio Morábito . Además, se han consultado otras obras de teatro pastoral , con el objetivo de detectar los rasgos diferenciales de Mirtilla, debidos a su autoría femenina y desempeño escénico en la Commedia dell’Arte.
Por otro lado, hemos querido contribuir a una divulgación más amplia, realizado paralelamente sucesivas versiones de Mirtilla, a partir de algunos fragmentos que ofrecen una mayor originalidad respecto a la época y al género, adecuándolas a los formatos y duraciones admitidos en varias convocatorias de teatro universitario. Las hemos traducido al español, sin tener precedentes en este idioma. Las primeras aproximaciones a la traducción se han realizado trasladando los heptasílabos y endecasílabos —en los que está escrita la obra original—, a octosílabos y dodecasílabos, respectivamente, por considerarse más afines al idioma español. Con esta métrica se ha representado el fragmento «Mirtilla: Monólogo de Ardelia » y la versión de teatro breve El mundo gira . Posteriormente, se ha realizado una versión, de una hora de duración, respetando la métrica original en la traducción al español, con el objetivo de acercarnos más al ritmo que se observa en el texto italiano y se pierde en las traducciones que no reproducen la métrica original. Cabe resaltar que las dos traducciones que se hicieron al francés en 1599 y 1602 optaron por trasladarla a prosa, mientras que las traducciones al inglés, realizadas en el siglo XXI respetan el número de versos, pero no su métrica.
La versión titulada Mirtilla, un sueño de Isabella Andreini , se ha puesto en escena a cargo del grupo de teatro UCM Dulcineandante, realizando varias representaciones en el ámbito universitario, entre ellas, en el Real Coliseo de Carlos III, dentro de la programación cultural de los Cursos de Verano Complutense 2022 en San Lorenzo de El Escorial .
3. RESULTADOS
Hemos encontrado que, históricamente, se ha prescindido de la traducción del teatro italiano del siglo XVI al español, encontrándose raras excepciones como la traducción de Aminta a cargo de Jáurregui o la traducción que hizo Isabel Correa de El pastor Fido (1590), de Battista Guarini (Guarini, 1619).
Asímismo, existe muy poca bibliografía en español sobre Isabella Andreini y solo están publicadas las traducciones de algunos fragmentos de su obra, que sirven para ilustrar artículos y capítulos de libros, como los de María de la Luz Uribe (Uribe, 1983), Valle Hidalgo (Hidalgo, 1999), Ana Isabel Fernández Valbuena (Fernández Valbuena, 2018) o Nora Sforza (Sforza, 2018), a pesar de los significativos avances que se han producido en el conocimiento y la difusión de esta autora en otros idiomas, durante las últimas décadas. En lo que se refiere a Mirtilla, tenemos que destacar la edición comentada que publica en italiano María Luisa Doglio y las traducciones al inglés de Julie D. Campbell(Andreini, 2002)y Julia Kisacky (Andreini, 2002) . Esta carencia de documentación en español ha sido la principal dificultad para abordar el estudio de Andreini en este idioma y el motivo por el que se ha decidido traducir su obra, para poder profundizar en la investigación y puesta en escena.
La revalorización de la figura de esta autora y actriz está enmarcada en la corriente de recuperación de las personalidades femeninas que han sido relevantes en su momento y silenciadas históricamente . Isabella Andreini es hija del comerciante veneciano Paolo Canali. Según Umberto Eco «A veces incluso el nombre del autor juega como elemento paratextual» (Eco 1996: 134) y Nora Sforza, especialista en el Renacimiento Italiano, que ha hecho una importante contribución al conocimiento de Isabella Andreini, dice al respecto:
Dentro de las profesiones más viles para una mujer se encontraba la de las actrices, que, en la mayoría de los casos, debían esconder su propio nombre para que la condena social no llegase a sus propias familias. Sus nombres de pila suelen ir acompañados no ya del propio apellido, sino más bien del lugar de nacimiento o de algún epíteto que las pudiera caracterizar, cuando no se las mencionaba directamente con el nombre del personaje que solían interpretar . (Sforza 2018: 173)
En este caso, Andreini, es el apellido que adopta la familia de artistas compuesta por ella, su marido Francesco de’Cerrachi y su hijo Giambattista . Es importante resaltar que las obras de Isabella están rubricadas con su propio nombre, cuando muchas mujeres a lo largo de la historia, para poder estrenar y publicar, han adoptado un seudónimo masculino o permitido que un allegado de este género firmara por ellas.
Isabella fue el bastión de la compañía Gelosi durante varias décadas. A pesar de que los Gelosi existían y tenían una gran relevancia antes de que ella entrara a formar parte, la compañía se disolvió inmediatamente después de su fallecimiento, por voluntad de su esposo, quien la dirigía a la sazón. En este sentido podemos considerarla precursora de la tendencia que se impone a finales del siglo XVII, de que las mujeres asumieran el liderazgo de las compañías de teatro: «El nombre de la mujer parece más determinante para dar una mayor relevancia a la agrupación, a diferencia de lo que ocurría en las compañías de los años treinta y cuarenta» (Sanz Ayán 2013: 279)
Isabella Andreini se convirtió, desde una edad muy temprana , en una de las primeras mujeres dedicadas a las artes escénicas, dominando la interpretación, la dramaturgia y la composición musical. Se la tiene por la primera estrella internacional, habiendo logrado una gran fama en la Europa Renacentista gracias a su trabajo como actriz, con la renombrada compañía Gelosi, dedicada a la Commedia dell‘Arte —una de las manifestaciones culturales más importantes de la Italia del siglo XVI, que bebe de la comedia romana de Plauto e introduce los personajes de los enamorados virginales desprovistos de máscara—. Isabella fue una de las intérpretes favoritas de este personaje y otras actrices posteriores adoptan el nombre de La Innamorata Isabella. Los cómicos italianos dejaron su impronta en la Europa de aquel momento a través de las giras internacionales de sus compañías, que se profesionalizaron por primera vez en la historia del teatro.
Esta manifestación escénica también es conocida como Commedia all’Improviso debido a que sus intérpretes, algunos de ellos analfabetos, improvisaban sobre los argumentos que dictaba el director de la compañía utilizando parlamentos extraídos de la tradición oral o de sus propias invenciones. Pero es muy probable que algunos actores escribieran los textos de sus escenas con antelación a su representación. En este sentido, conservamos algunos diálogos entre enamorado y enamorada de Isabella Andreini, aunque solo nos han llegado a través de una edición posterior a su fallecimiento, planteándonos la duda acerca de la posible intervención autoral de su marido, Francesco Andreini, quien recopiló estos contrasti amorosi (Andreini & Andreini, 1620) , editados por Flaminio Scala —quien fuera fundador y director durante muchos años de la compañía Gelosi, antes de que Francesco asumiera la dirección—, de hecho, en el prólogo que titula «A’ benigni lettori», Francesco declara que comparte con su mujer la autoría de los fragmentos publicados en el libro. De lo que no cabe duda, es de que Isabella es autora de la pastoral Mirtilla que, por ser este género del gusto de los nobles —que guardaban copias en sus bibliotecas, disfrutaban de su lectura y representación—, tuvo más posibilidades de ser impresa y traducida que otros textos destinados al teatro popular.
En el prólogo a Lettere, llama la atención que Isabella muestra su descontento respecto a la acogida de Mirtilla: «si fece vedere nel Teatro del Mondo molto male in affetto, per colpa di proprio sapere (io non lo nego) ma per mancamento ancora d’altrui cortesia (e non v’ha dubbio)» . No se menciona ningún lugar donde fuera representada la obra, ni vincula a ninguna persona concreta con su malestar. Sabemos que las pastorales solían estrenarse al amparo de los nobles y muy frecuentemente con ocasión de ceremonias señaladas. Nos han llegado noticias de representaciones relevantes de este tipo de obras, pero no tenemos datos de ninguna acerca de Mirtilla. No conocemos pues, el motivo por el que Isabella deja escrita esta alusión, que contrasta con las tempranas y múltiples reediciones que se hicieron de Mirtilla , así como su rápida traducción al francés y los elogios del editor Sebastiano Delle Donne, que figuran como prólogo a la segunda reedición, con fecha de 26 de abril de 1588, apenas dos meses después de la fecha del prólogo que firma Isabella:
La Pastorale della Signora Isabella Andreini piacque si fattamente à tutti quelli, che l’hanno havuta per le mani questi giorni addietro, che fu stampata, ch’io mi sono risoluto di adornar d’essa le mie stampe; & appresso dar contentezza à quelli, che la desiderano, non havendosene potuto, non dico havere, ma appena vedere in quella prima impressione.
Isabella Andreini no constituye un fenómeno aislado, sino que pertenece a un movimiento creciente de mujeres intelectuales. Del mismo año en que se publica Mirtilla, también data la obra de Maddalena Campiglia, Flori, a pastoral drama (1588) . Tampoco es la primera actriz de Comedia dell‘Arte, tenemos noticias de algunas predecesoras, incluso pertenecientes a la misma compañía Gelosi como Vicenza Armani (Venecia 1530-1569), que también dirigió su propia compañía y, junto con Bárbara Flaminia (1540-1586), son las dos primeras actrices de las que se tiene documentación, siendo ambas de Italia, país donde comenzaron a actuar las mujeres por primera vez en el teatro laico, sin más referencias previas que los personajes femeninos del teatro grecolatino, que siempre habían sido interpretados por hombres. Podemos intuir que estas actrices también escribían escenas teatrales y fragmentos poéticos para componer sus personajes —similares a los contrasti amorosi de Isabella—, en este género teatral donde cada actor es autor de sus diálogos, aunque no los conservamos. Otro de los alicientes para que Isabella se dedicara al arte, pudo ser el modelo de algunas mujeres artistas, nacidas también en Padua como las que cita Valeria Finucci (Finucci, 2018: 2): la poetisa Gaspara Stampa (1523-1554); la novelista Giulia Bigolina (ca. 1518-ca.1569) y la dramaturga Valeria Miani (ca. 1563-ca. 1620). Aunque estas mujeres cultivadas y artistas no eran la norma sino la excepción, según se desprende del prólogo de Lettere, donde Isabella se reconoce distinta a las mujeres de su tiempo.
…essendo per avventura questo desiderio di sapere nato in me più ardente, che in molt’altre Donne dell’età nostra, lequali come che scuoprano in virtù de gli studi molte, e molte esser divenute celebri, & immortali, nondimeno vogliono solamente attender (e ciò sia detto con pace di quelle che à più alti, & à più gloriosi pensieri hanno la mente rivolta) all’ago, alla conocchia, & all’arcolaio .
Isabella Andreini tiene un gran valor por haber desarrollado su obra como autora, conciliando esta actividad con la maternidad y las giras internacionales de teatro, trabajando como actriz. Lo que la convierte en un personaje modélico para nuestro momento histórico, en el que la conciliación familiar y laboral es un objetivo ampliamente extendido en lo público, institucional y privado.
Siendo mujer, imprime a su literatura algunos rasgos distintivos, como es el tratamiento de la amistad, la confianza y el apoyo mutuo entre los personajes femeninos, que está por encima del enamoramiento heterosexual. Incluso cuando las ninfas Mirtilla y Filli, entran en pugna por estar enamoradas del mismo pastor, Uranio, desarrollan estrategias conjuntas para superar sus conflictos. La cuestión de la castidad también se trata en Mirtilla de una forma distinta a lo habitual, mientras que en la dramaturgia masculina la virginidad suele imponerse a las jóvenes como mal menor para la sociedad o como castigo, en la pastoral de Isabella Andreini —también en la de Maddalena Campiglia—, se acepta la casta consagración a la diosa Diana como una forma de vida querida y gratificante. Respecto al motivo del rapto, habitual en las pastorales, donde los sátiros ejercen violencia sexual hacia ninfas y pastoras, la diferencia en Mirtilla es que el Sátiro se transforma de agresor en víctima únicamente debido al ingenio de la propia ninfa acosada, sin la intervención del personaje masculino que la pretende. También pone en femenino el mito de Narciso, haciendo que la ninfa Ardelia se enamore de su reflejo en una fuente y le dedique una entusiasta declaración de amor lésbico, antes de darse cuenta de que es ella misma.
La ninfa Mirtilla, que da nombre a la pieza, incorpora una marcada diferencia con los personajes femeninos de otras pastorales, por su determinación para seguir a su amado pastor Uranio, aun siendo rechazada por él, cuando lo habitual es que las féminas rechacen a sus amantes y, si ellas son las rechazadas, se desencadena el drama. Por el contrario, en Mirtilla, este rechazo da origen a situaciones cómicas a pesar de que el tema de la mujer rechazada se trata habitualmente en tono dramático porque en las sociedades patriarcales se tiene por algo deshonroso y contrario a la naturaleza.
Otro rasgo en el que Andreini despliega originalidad y comicidad, posiblemente influida por su actividad escénica, es su tratamiento del motivo clásico de los regalos, puesto que, además de ofrecerlos enamorados y enamoradas para intentar conseguir los favores de sus amados, también se ofrecen a los enamorados a quienes no se corresponde, con la pretensión de que abandonen sus requerimientos amorosos.
En la obra de Andreini, los obstáculos para que los/as enamorados/as puedan estar junto a sus amados/as provienen de las propias inclinaciones amatorias de los seres deseados, sin que haya otros personajes terrenales que obliguen o impidan las uniones de los amantes, contrariamente a lo que es habitual en las comedias del Siglo de Oro Español, en las que, en virtud de la honra, se hace frecuente la intromisión en estos asuntos de los padres y hermanos de la enamorada.
No obstante, en Mirtilla, a menudo se atribuye el poder sobre los enamorados al dios Amor, que tiene la capacidad de guiar los actos de los personajes oponiéndose al libre albedrío, aún en contra de su felicidad. Tema clave de este periodo histórico de la Contrarreforma, en el que el determinismo religioso tiene mucho peso. Aunque Isabella pone en boca de sus personajes el reconocimiento del Amor como un dios, apuesta por los caminos que les permiten abandonar el sufrimiento, huyendo de las «relaciones tóxicas», lo que la acerca a las modernas teorías de la psicología conductual. Su discurso se posiciona claramente del lado de la fuerza de voluntad —la misma que protagoniza su vida, como nos deja escrito, no solo en la dedicatoria de Mirtilla, sino en todos los paratextos de sus obras literarias—.
Encontramos rasgos innovadores en los arcos de transformación de los personajes durante la obra y el tratamiento de sus rasgos psicológicos. Les humaniza mediante la expresión de las descripciones introspectivas de sus estados de ánimo y sentimientos inadaptados, que les provocan un dolor emocional excesivo y en los que, aun así, se complacen. Importante evolución, que aparta la literatura de Isabella de otros dramas pastorales y de las máscaras de Commedia dell’Arte y la acerca a la literatura de Cervantes y de Shakespeare.
Concretamente, encontramos similitudes significativas entre Mirtilla y la posterior obra Shakespeare El sueño de una noche de verano (1600) (Hidalgo, 2020), que incluyen la multiplicidad de los enredos amorosos que apartan a Mirtilla de otras pastorales, reproduciendo la complejidad creciente de la Commedia dell’Arte, en la que se va multiplicando el número de parejas de enamorados, según se incrementa el número de mujeres que acceden a la profesión teatral. O la inusual agilidad de los diálogos en algunas de las escenas de Mirtilla, especialmente la segunda del tercer acto, que muestra un claro paralelismo con la escena que ocupa la misma posición en El sueño de una noche de verano, en cuanto a la forma de tratar los enredos amorosos y el rechazo del personaje femenino en tono de comedia, al que ya nos hemos referido.
DISCUSIÓN
Siendo uno de los objetivos principales de esta investigación la divulgación del conocimiento sobre la figura de Isabella Andreini y su obra, no solo a través de ponencias y publicaciones académicas, sino también de la práctica escénica, entre otras disciplinas artísticas , hemos realizado representaciones basadas en dramaturgias que enfatizan algunas de las escenas de Mirtilla que presentan características diferenciales, en base a los criterios que hemos analizado previamente.
Nos ha interesado especialmente la escena tercera del segundo acto, por contener varias peculiaridades innovadoras, como son la agilidad de los diálogos, la complicidad entre las ninfas, el rechazo en tono de comedia de la figura femenina, el particular tratamiento del motivo de los regalos y del triángulo amoroso. Mientras que también conserva otros rasgos característicos del clasicismo y el género pastoral en el que se inscribe, como son el tema omnipresente del amor, las referencias mitológicas, la exaltación de la naturaleza o el estilo petrarquista de las metáforas que los/as amantes dedican a sus amados/as. Por estos motivos, la hemos puesto en el centro de las versiones El mundo gira y Mirtilla, un sueño de Isabella Andreini, haciendo que las demás escenas seleccionadas sean las que posibilitan llegar a la situación que presenta y resolverla.
Tratándose de una propuesta arriesgada, por ser la primera versión en español de una obra cuyo género no es habitual en nuestra cartelera de teatro actual y unido al componente de investigación y experimentación que lleva implícito, se ha considerado que el ámbito universitario es el idóneo para la producción de este espectáculo. Para la puesta en escena, se ha creado un grupo de teatro dentro de la Universidad Complutense, compuesto por estudiantes de filología y de psicología, que se sienten entusiasmados de poder contribuir a este proyecto, al que entregan lo mejor de sí mismos .
Si bien, la traducción al español de Mirtilla completa es también uno de nuestros objetivos, hemos preferido abordar previamente estas versiones reducidas para su puesta en escena, con el fin de entender la obra desde su tridimensionalidad y la fisicidad del acto escénico. Acercándonos a esta pieza como poesía escrita para ser representada ante un público, hemos dado prioridad a la conservación de la métrica y el ritmo, buscado mantener el sentido del texto, así como el espíritu innovador y ecléctico con el que la concibió su autora desde su sed de conocimiento y dedicación a la práctica escénica.
Por el contrario, las traducciones inglesas, han puesto el acento en la literalidad y la profusión de notas aclaratorias, otorgando todo el valor a lo que tiene el texto teatral de literatura y obviando su finalidad de ser representado.
CONCLUSIONES
Profundizar en el conocimiento de la obra literaria de Isabella Andreini, exponente del movimiento teatral femenino que surgió en Italia en el siglo XVI y de otras profesionales italianas del teatro de esta época, mujeres pioneras de la en las artes escénicas que sentaron las bases de lo que ha sido el desarrollo posterior en el ámbito teatral y en el cinematográfico, nos proporciona elementos para comprender la evolución de las sociedades para las que estas artes se convierten en modelo y espejo. Para ello es de suma importancia la traducción de sus textos y el acceso a los estudios que se están realizando en otros países. Pero no basta solo con conocer el contexto histórico en el que se desarrolló su vida y captar la esencia de los textos que nos han llegado, sino también tener en cuenta las modernas teorías de género, que nos permiten alcanzar la dimensión del trabajo de estas profesionales.
Nos ha sido grato comprobar la buena recepción que puede tener la literatura de Isabella en nuestro momento histórico, entre un público mayoritariamente juvenil, puesto que los conflictos que desarrollan los personajes y que retratan la juventud del siglo XVI, siguen aún vigentes. Para llegar a esta meta ha sido importante mantener la forma poética de la obra que facilita el disfrute de las figuras retóricas del texto. Aunque, para poder ponerla en escena, se han alterado otros aspectos formales, por ejemplo, se ha tenido que reducir considerablemente su duración, así como otras modificaciones estructurales que la acercan al público actual, cuyos gustos y hábitos difieren de los que mantenían los espectadores del siglo XVI.
La investigación y traducción al español de la obra de Isabella Andreini ha despertado interés en el ámbito académico, formando parte, además de este II Congreso Mundial de Investigación en las Artes del Espectáculo, del Congreso Internacional Plataforma CARTEMAD Reescrituras, lenguajes y públicos de las artes escénicas en el siglo XXI , la asignatura Poesía y teatro de los Siglos de Oro de la Facultad de Filología de la Universidad de Alcalá de Henares y de los Cursos de Verano Complutense de San Lorenzo de El Escorial .
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