Fundación de la Danza "Alicia Alonso" ISSN-e: 1989-9017
Fundación de la Danza "Alicia Alonso" ISSN-e: 1989-9017

Discursos Congreso Mundial de Investigación en las Artes del Espectáculo

DISCURSO DE BIENVENIDA A LOS PARTICIPANTES EN EL CONGRESO MUNDIAL DE INVESTIGACIÓN EN LAS ARTES DEL ESPECTÁCULO PRONUNCIADO POR EL PRESIDENTE DEL COMITÉ ORGANIZADOR D. ALBERTO GARCÍA CASTAÑO

Buenos días a todos. Nunca pensé que esta inauguración del Congreso Mundial de Investigación en las Artes del Espectáculo podría ser el último homenaje que le rinda el Instituto Universitario de la Danza a su fundadora y creadora Alicia Alonso. Quiero recordarla hoy por todo lo que hizo, porque realmente Alicia Alonso ha sido un fenómeno de la vida, un fenómeno de la supervivencia del espíritu. Una persona que prácticamente invidente desde los veintiún años supo labrarse un destino, un futuro y llevó las artes mucho más allá de lo que nadie hubiese podido imaginar.

Hace muchos años, en 1943, cuando tuvo la oportunidad de sustituir a Alicia Markova en Giselle y se convirtió en la gran revelación, el descubrimiento para el público de una joven extraordinaria, su éxito duró solo una noche. Cuando la Markova se reincorporó, Alicia volvió al cuerpo de baile y esperó allí, pacientemente, su momento de volver a brillar. Y esta es una lección que deben aprender todos los bailarines, no hay cosa más importante que el tiempo. Porque el tiempo lo pone todo en su sitio, y es el tiempo el que permite reconocer la verdadera medida y valor de los hechos. Al final, la justicia siempre se impone, a pesar de lo que los hombres y las mujeres puedan pensar.

Cuando Alicia Alonso comenzó su carrera, en Nueva York el término latino o latina tenía un sabor peyorativo. Alicia me contó muchas veces que a ella la calificaban de muy buena bailarina, pero le criticaban que bailara como una latina, imagínense. Sus empresarios le pidieron que cambiara su apellido a uno ruso o inglés porque no había tradición en el mundo en la cual una latina llegase a la posición que ella había alcanzado dentro del ballet clásico. Pero no quiso cambiarse el nombre, decía que sus raíces eran España y Cuba y por lo tanto siguió siendo latina, convirtiendo así ese término en sinónimo de grandeza sin límites. Creó la escuela cubana de ballet, una de las escuelas más importantes del mundo, la única que ha tenido el reconocimiento de la UNESCO como parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad pues su obra artística y pedagógica fue difundida en todo el planeta. Como declaró esa organización de Naciones Unidas, la escuela que fundó la Alonso destaca por su grado de implantación a nivel nacional, regional e internacional y sobre todo, por sus resultados en los escenarios, en los salones de ballet y en la sociedad.

Una de las consecuencias de esta historia es que la escuela cubana de ballet también llegó a España porque Alicia vio así el camino para que grandes artistas del mundo hispanoamericano, grandes bailarinas latinas, se hicieran un sitio como grandes estrellas del ballet clásico.

De Alicia Alonso creo que debemos quedarnos con su fortaleza. Una de las últimas veces que nos visitó, me confiaba: “estoy orgullosa porque has hecho un gran trabajo en España”. Yo le repliqué: “HEMOS hecho un gran trabajo en España, porque sin Alicia Alonso, sin lo que su nombre significa, no hubiésemos podido hacer absolutamente nada”. Sin la fortaleza de Alicia Alonso, sin el coraje de Alicia Alonso, no hubiéramos podido llegar a ninguna parte con el hermoso proyecto de fortalecer el papel de la danza como disciplina académica y universitaria, además de como arte.

Yo recuerdo que muchas veces dentro de esta contienda, que ya son veintiocho los años que llevamos luchando por la danza dentro de la universidad española, en alguna ocasión el ánimo decaía y ella nos conminaba a levantar el ánimo y el espíritu. “Nosotros no nos rendimos nunca”, decía “y ahora no podemos rendirnos, siempre hay que luchar. La esencia de la vida es levantarse cada día a luchar”. Por eso hoy me dirijo a los estudiantes de nuestro Instituto que lleva su nombre y les recuerdo esa verdad que Alicia siempre defendió: “no hay nada que valga la pena si no se lucha por ello”. No desfallezcamos y luchemos siempre.

Por mi parte, declaro mi compromiso con esa figura cimera del arte que es Alicia Alonso, que ha sido para mí fuente de inspiración, amiga, madre, consejera y compañera de viaje. Prometo que la obra
de Alicia prevalecerá siempre por los siglos de los siglos, y mientras me quede un hilo de vida, lucharé y defenderé lo que ella con tanta pasión construyó para entregar a todas las generaciones. Una obra que estoy seguro perdurará no cien ni doscientos años, como ella decía que viviría, es una obra que va a permanecer siempre en la conciencia y en la memoria de todos aquellos bailarines y bailarinas que han llevado el arte de Alicia Alonso a todos los rincones del mundo.

Hoy el compromiso de todos los estudiantes y de todos los profesores del Instituto Universitario de la Danza Alicia Alonso debe ser uno, luchar hasta el último aliento para que el legado de Alicia Alonso se mantenga vivo por siempre. Más allá de cualquier condición, política, religiosa o de cualquier índole, el arte está por encima de todo.

Por eso hoy hacemos este homenaje a nuestra recientemente desaparecida fundadora. Porque es necesario celebrar su trabajo, su vida, y su obra, porque creo que es algo que merece. Seguiremos luchando por ti, Alicia, seguiremos luchando por lo que tú has creado.

DISCURSO DE BIENVENIDA PRONUNCIADO POR D. ROMÁN FERNÁNDEZ-BACA CASARES DIRECTOR GENERAL DE BELLAS ARTES, MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTE, ESPAÑA.

Señor D. Alberto García Castaño, Director del Instituto de danza Alicia Alonso, Señor Jesús Cimárro Presidente de la Academia de las Artes Escénicas de España.

Buenos días a todos y todas, queridos amigas y amigos, quisiera antes que nada rendir en primer lugar un homenaje solemne y sentido a la grande bailarina que fue la gran Alicia Alonso, que nos acaba de dejar después de una vida dedicada al ballet, como dice el crítico Roger Salas en su obituario si el ballet dejó de entenderse
en edad contemporánea como un arte menor es gracias al tesón y a la presencia de mujeres como Alicia Alonso en una línea que arranca con Isadora Duncan, Ana Pavlova y Marta Graham. Así es, porque si de algo fue ejemplo para un artista, fue de rigor y de seriedad, de tesón y de una voluntad inconfundible y de un amor indiscutible por su profesión.

 

Hoy confluyen en este acto de inauguración del 1er Congreso Mundial de Investigación en Artes de Espectáculo, por una parte, la Delegación Española del Instituto Internacional de Teatro, y por otra la Organización mundial de las Artes Escénicas ITI UNESCO e Instituto Universitario de la danza Alicia Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos, y el Comité Internacional de la danza Iti UNESCO en colaboración con el Museo Centro de Arte Reina Sofía y la Fundación de la Danza “Alicia Alonso”

Estamos hoy aquí para disertar sobre las Artes Escénicas y para intercambiar experiencias valiosas que nos ayuden a avanzar hacia la publicación y la mejora de los espacios, para este tipo tan atractivo de Industrias culturales, y para realizar los marcos legales que deban adaptarse a la situación, lo que son los desafíos
de Artes del Espectáculo en el mundo contemporáneo tal como describe la UNESCO.

 

Doy la Bienvenida a los investigadores, al profesorado universitario, a los docentes y profesionales relacionados con el área del conocimiento relacionadas con las Artes Escénicas y a los estudiantes de Artes Escénicas interesados en ampliar sus conocimientos; espero que el contenido de este Congreso Mundial sea muy fecundo y suponga un avance fundamental en las perspectivas de las Artes del Espectáculo y de las personas que trabajan en él.

Este Congreso es un símbolo de la preocupación de nuestro país por fomentar la cultura, porque este bien a veces impalpable, además de ser un factor económico, es una parte de lo mejor de nosotros mismos y un derecho de los ciudadanos que lo hacen mas críticos y más libres y la libertad como dice Cervantes es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar, y por la libertad así como por la honra se puede y se debe aventurar la vida.

DISCURSO PRONUNCIADO POR JESÚS CIMARRO PRESIDENTE DE LA ACADEMIA DE LAS ARTES ESCÉNICAS DE ESPAÑA.

Buenos días, muchas gracias al Director del Instituto Universitario de la Danza Alicia Alonso, son emocionantes las palabras que has dicho. Gracias al Director General de Bellas Artes. Señoras y señores, amigas y amigos, Bienvenidos a la Inauguración del Congreso Mundial de Investigación en las Artes del Espectáculo. Gracias a todos los organismos que han participado en la puesta en marcha, a la Delegación española del ITI UNESCO, al Instituto Universitario de la danza, al Comité Internacional de la danza, al Museo Reina Sofía y a todos los organizadores y colaboradores por esta amable invitación a la Academia de las Artes Escénicas.

Me encuentro ante ustedes como Miembro de honor de este Congreso y como Presidente de la Academia de las Artes Escénicas de España. Habitualmente los profesionales de nuestro sector, nos preguntamos para que sirve nuestro entronque con la Academia de las Artes Escénicas, la respuesta es muy sencilla. La Academia está formada por un conjunto de profesionales de reconocido prestigio que pertenecen a todas las especialidades del sector escénico y que se unen con el fin de que todos los proyectos, logren el nivel artístico, técnico y científico para que las Artes Escénicas alcancen la excelencia y la relevancia social que le corresponde. Nuestro principal objetivo es actuar como un núcleo de reflexión sobre las Artes Escénicas y los creadores, como un generador de opinión, un centro de estudios, investigación, difusión y fomento. Nos ocupamos también de analizar las relaciones de las artes escénicas con los fenómenos culturales, sociales e históricos.

Los fines de este Congreso, que también son claros en este sentido, coinciden con el interés de la Academia, promover la excelencia académica, la creación artística de calidad, la educación, la investigación y la difusión de las Artes Escénicas. Si bien hablamos de prestigio, hablamos de nivel artístico, hablamos de excelencia, pero sobre todo hablamos, y quiero remitir un homenaje, de una gran profesional que ha marcado un hito en la historia de la danza del mundo, de Alicia Alonso, que tristemente nos ha dejado hace unos días, con casi 99 años, casi un siglo, nos dejó como lo hacen los grandes artistas, legándonos, un inmenso patrimonio de sus creaciones, de su maestría.

 

Alicia Alonso, tiene que seguir siendo una gran leyenda de la danza como escribía hace muy poco el Académico Julio Bravo el día de su triste desaparición, una de esas figuras fundamentales de la historia, una carrera de más de 50 años, con más de 300 premios, una infinidad de reconocimientos. Alicia Alonso es una artista que destaca en el Universo de la práctica, de la docencia, de la formación. Maestra de maestros y representante de la más alta excelencia y con un gran sentido artístico. Ha prestigiado la danza, la danza latina, la danza española, la danza mundial, reivindicando su esencia latina, y creo que eso es lo que tenemos que hacer nosotros, reivindicar nuestra esencia.

No quiero finalizar sin pedir un ruego al Rector de la Universidad Rey Juan Carlos. El Instituto Universitario de la Danza Alicia Alonso lleva en funcionamiento casi 3 décadas y sería muy injusto que en estos momentos dejase de tener el apoyo que ha tenido hasta ahora. Ruego y pido, que se mantenga ese apoyo, que se siga contratando a los profesores, para que los estudiantes, vosotros y vosotras sigáis trabajando y formándose de este instituto.

Lo ruego, lo pido y creo de debemos exigirlo, Alberto, el Instituto tiene todo el apoyo de la Academia de las Artes Escénicas de España.

DISCURSO DE CLAUSURA DEL CONGRESO MUNDIAL DE INVESTIGACIÓN EN ARTES DEL ESPECTÁCULO. PRONUNCIADO POR TAMARA ROJO PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LAS ARTES DIRECTORA DEL ENGLISH NATIONAL BALLET

Buenas tardes a todos:

Al término de este Primer Congreso Mundial de Investigación en Artes del Espectáculo, creo ineludible evocar a Alicia Alonso, una de las figuras fundamentales de la danza que hace solo unos días nos ha dejado.

Su trascendencia para la danza, no solo se debe a su extraordinaria calidad como intérprete o por el enorme repertorio creado por y para ella, sino por el legado que nos deja con el Ballet Nacional de Cuba y su escuela, de la que es parte inseparable el Instituto Universitario de la Danza “Alicia Alonso”.

Para Alicia, nuestras artes eran dignas no sólo de aplausos, sino que también merecían ser habladas y pensadas; estudiadas y divulgadas por todos los rincones del planeta.

El legado de Alicia vive en su escuela, en sus alumnos y en las compañías que han fundado o dirigen aquellos que aprendieron de ella.

También vive en todos aquellos proyectos que ayudó a impulsar como este mismo Instituto de Danza que nos reúne ahora aquí. Su influencia rebasó los límites del teatro para llegar a las aulas y salones de clase de todo el mundo.

No pude trabajar mucho con Alicia; lo hice más con la siguiente generación de bailarines cubanos: Lopia Araújo, quien ahora ocupa el cargo de asistente de dirección del ENB, compañía que dirijo, Aurora Bosch, Josefina Méndez, Mirta Pla, Menia Martínez, Karemia Moreno… De ellas recibí el conocimiento de las enseñanzas de Alicia.

Sí tuve ocasión de tener largas charlas con ella; era una mujer muy inteligente y perspicaz y una de sus famosas frases justifican nuestra presencia hoy en este Congreso: “el arte y la ciencia son lo que más une a los seres humanos, porque las dos buscan el bien de la humanidad, no su destrucción.”Yesprecisamentearteyciencia las ramas del saber humano fundamentales que nos han traído aquí durante estos tres días, dedicados a compartir los resultados de varias investigaciones sobre las artes del espectáculo.

Quisiera agradecer a Alberto García, director del Instituto Universitario de la Danza “Alicia Alonso”, por haberme invitado a este congreso y haberme dado la oportunidad de dirigirme a Ustedes en este acto de clausura.

considerable de la sociedad civil británica que, incentivada por medidas fiscales y el reconocimiento social al mecenazgo, tanto de individuos como de empresas, apoyan con entusiasmo a las artes escénicas.

Incido en que el prestigio social de nuestro arte, es parte fundamental de nuestro patrimonio que debemos ampliar con nuestras obras y nuestras alianzas.

Por ejemplo: asumiendo con naturalidad, que somos parte sustancial de las industrias creativas, unas industrias claramente caracterizadas por su capacidad de innovación y generación de riqueza y empleo gracias a la combinación de creatividad con tecnología.

En el estudio realizado en diciembre de 2018 por la Federación de las Industrias Creativas de Inglaterra, a la que tengo el honor de pertenecer como miembro de su Consejo, se establecía que las industrias creativas son el sector de mayor crecimiento de la economía del Reino Unido, al contribuir más al valor agregado bruto (VAB) que la suma de sectores tan importantes como: automotriz, aeroespacial, industrias asociadas a las ciencias de la vida, petróleo y gas.

En el caso concreto de las artes escénicas, los teatros de Londres y el resto del Reino Unido atrajeron más de 34 millones de visitantes en 2018, generando ingresos por entradas de más de mil millones de libras esterlinas, procedentes de sesenta y dos mil novecientos cuarenta y cinco representaciones teatrales.

Solo los teatros del West End de Londres atrajeron cerca de dieciséis millones de espectadores que generaron ciento veintisiete millones de libras esterlinas en IVA.

El 9.2% de todos los turistas que visitaron el Reino Unido fueron al teatro, conciertos de música y espectáculos de ópera y ballet.

De estos datos podemos inferir que una de las tareas urgentes que tenemos por delante, es convencer a los políticos de que la capacidad de generación de bienestar, conocimiento y recursos por parte de las artes escénicas puede incrementarse geométricamente, si los Estados establecen medidas y condiciones que favorezcan su extraordinario potencial.

Otro de los temas importantes de este congreso es la relación entre tecnología y artes escénicas, al ser consustancial para su progreso y al haberse establecido ya como herramienta fundamental.

Es cierto que, como todo salto tecnológico, existe el peligro de exceso o de un uso superfluo, pero sus muchas posibilidades y capacidades para ampliar los canales de comunicación y de difusión, las incipientes nuevas formas de autoría que facilita, las perspectivas de poder explorar nuevas formas de expresión, o llegar hasta sectores sociales donde hasta hace poco, para las artes escénicas era difícil y costoso, contienen muchas oportunidades que debemos explorar sin miedo.

Por ejemplo, en el English National Ballet utilizamos nuestras plataformas digitales para llegar a nuevos públicos a través de innovaciones en el contenido, grabaciones y trasmisiones de eventos y espectáculos en vivo que nos permitieron lograr cerca de 7 millones de vistas de video en nuestras redes sociales durante el último año.

Me parece, por tanto, que el reto para las artes escénicas es saber utilizar y aprovechar al máximo estas nuevas tecnologías para desarrollar nuestras potencialidades y mejorar la sostenibilidad de nuestro arte.

Investigar las artes y la cultura es también protegerlas, pero creo que no debemos confundir protección, salvaguarda del patrimonio con una protección inamovible.

La historia de las artes escénicas nos muestra una fructífera dinámica que combina tradición e innovación. En el caso concreto del ballet, siempre he creído que un verdadero clásico, uno que habla sobre la esencia de la humanidad, no solo debe sobrevivir, sino que puede ser expuesto a nuevas y diferentes reinterpretaciones. Tener diferentes artistas, de diferentes orígenes culturales, en diferentes momentos de la historia, reflexionar sobre el significado de una pieza histórica solo puede mejorarla y enriquecerla.

La inclusión tambien de las aplicaciones terapéuticas de las Artes Escénicas en este congreso me parece un gran acierto pues, aunque ya tenemos excelentes resultados, aún estamos en los comienzos de esta prometedora rama.

En el caso concreto de la danza como terapia, me complace exponerles los avances logrados en los últimos años en los programas del English National Ballet para mejorar el estado de las personas que sufren demencia y, sobre todo, del programa Danza para el Parkinson que hemos establecido en nuestra sede en Londres, y en otras sedes en Oxford y Liverpool.

Las evidencias de los buenos resultados terapéuticos obtenidos a través de la música y la danza en los que hemos participado a través de dichos programas, han merecido varios estudios por parte de varias universidades y hospitales del Reino Unido, enseguida compendiados por una comisión del parlamento de Westminster compuesta por todos los grupos parlamentarios denominada: Creative Health: The Arts for Health and Wellbeing (Salud creativa: Las Artes para la salud y el bienestar), cuyo informe favorable fechado en julio de 2017, ha llevado a la creación de The National

Academy for Social Prescribing (la Academia Nacional para la Prescripción Social) por parte del Gobierno. Esta institución, cuenta con la colaboración del Consejo de las Artes, el Ministerio de Digital, Cultura, Medios y Deporte y el Servicio Nacional de Salud, más el trabajo de lobbying de la Federación de las Industrias Creativas.

De esta labor coordinada ha resultado que, desde el miércoles pasado, los médicos y sanitarios del Sistema Público de Salud de Inglaterra pueden prescribir a sus pacientes con enfermedades crónicas como el Parkinson, terapias específicas de danza y música. Son estos buenos resultados los que deben incitarnos a proseguir y profundizar en la investigación de terapias a través de las artes, al intuir que solo estamos en los comienzos de unos tratamientos que mejorarán la vida de muchas personas.

He dejado para el final la referencia al tema de la educación y las artes precisamente por su importancia. Si entendemos, y parece que existe un consenso general, de que las artes es uno de los rasgos de civilización más importantes, no tiene explicación que queden relegadas a la mínima expresión en la educación obligatoria. Y no solo me refiero a España, en otros muchos países ocurre algo parecido.

La historia de las artes escénicas nos muestra una fructífera dinámica que combina tradición e innovación. En el caso concreto del ballet, siempre he creído que un verdadero clásico, uno que habla sobre la esencia de la humanidad, no solo debe sobrevivir, sino que puede ser expuesto a nuevas y diferentes reinterpretaciones. Tener diferentes artistas, de diferentes orígenes culturales, en diferentes momentos de la historia, reflexionar sobre el significado de una pieza histórica solo puede mejorarla y enriquecerla.

La inclusión tambien de las aplicaciones terapéuticas de las Artes Escénicas en este congreso me parece un gran acierto pues, aunque ya tenemos excelentes resultados, aún estamos en los comienzos de esta prometedora rama.

En el caso concreto de la danza como terapia, me complace exponerles los avances logrados en los últimos años en los programas del English National Ballet para mejorar el estado de las personas que sufren demencia y, sobre todo, del programa Danza para el Parkinson que hemos establecido en nuestra sede en Londres, y en otras sedes en Oxford y Liverpool.

Las evidencias de los buenos resultados terapéuticos obtenidos a través de la música y la danza en los que hemos participado a través de dichos programas, han merecido varios estudios por parte de varias universidades y hospitales del Reino Unido, enseguida compendiados por una comisión del parlamento de Westminster compuesta por todos los grupos parlamentarios denominada: Creative Health: The Arts for Health and Wellbeing (Salud creativa: Las Artes para la salud y el bienestar), cuyo informe favorable fechado en julio de 2017, ha llevado a la creación de The National

Academy for Social Prescribing (la Academia Nacional para la Prescripción Social) por parte del Gobierno. Esta institución, cuenta con la colaboración del Consejo de las Artes, el Ministerio de Digital, Cultura, Medios y Deporte y el Servicio Nacional de Salud, más el trabajo de lobbying de la Federación de las Industrias Creativas.

De esta labor coordinada ha resultado que, desde el miércoles pasado, los médicos y sanitarios del Sistema Público de Salud de Inglaterra pueden prescribir a sus pacientes con enfermedades crónicas como el Parkinson, terapias específicas de danza y música. Son estos buenos resultados los que deben incitarnos a proseguir y profundizar en la investigación de terapias a través de las artes, al intuir que solo estamos en los comienzos de unos tratamientos que mejorarán la vida de muchas personas.

He dejado para el final la referencia al tema de la educación y las artes precisamente por su importancia. Si entendemos, y parece que existe un consenso general, de que las artes es uno de los rasgos de civilización más importantes, no tiene explicación que queden relegadas a la mínima expresión en la educación obligatoria. Y no solo me refiero a España, en otros muchos países ocurre algo parecido.

No me parece que esta dejación se pueda corregir poniendo más asignaturas obligatorias de música o danza que se conviertan en las llamadas Marías, sino de emprender la aplicación de programas escolares bien estudiados para cada edad, capaces de facilitar la comprensión de los lenguajes expresivos artísticos a los más niños primero y el posterior desarrollo del interés y habilidades en los alumnos que faciliten la afición o la vocación.

Afición y vocación son garantía de continuidad pero, sobre todo, creo que debemos incidir en que hoy más que nunca, es necesario trasmitir a las autoridades y educadores que las artes escénicas deben ser, también, un pilar esencial en la formación de la persona, tanto como lo pueda ser el lenguaje, las matemáticas o el conocimiento del medio. Sin duda para vivir en nuestra sociedad es imprescindible dominar las nuevas tecnologías, pero ese hombre tecnológico, en este mundo de inteligencias artificiales y respuestas automáticas, debe proteger más que nunca su lado más humano y creativo.

Las artes, sin embargo, no se aprenden sin maestros y tanto la enseñanza de las artes con intención educativa, o como profesional, necesitan de un cuerpo de docentes adecuados, preparados y que reciban el reconocimiento social que merece un trabajo casi siempre sacrificado y arduo. Por eso se le ha prestado atención en este CONGRESO al reconocimiento académico de los profesores de enseñanzas artísticas y se ha abordado el problema de la valoración de los logros puramente artísticos en los procesos de certificación del profesorado.

Este es uno de esos esfuerzos que durante veinte años ha realizado el Instituto y la Fundación de la Danza Alicia Alonso para que la danza y el teatro y el circo se estudien en nuestras universidades, para que tengamos profesionales cada vez mejor preparados y para que los jóvenes artistas tengan un futuro más sólido en este bello camino que han elegido.

Este CONGRESO es uno más de esos esfuerzos y quisiera encarecer la importancia y relevancia de su labor, así como expresar mis mayores deseos para que este proyecto perviva y siga trabajando para las artes y la cultura en nuestro país.

Con estas palabras quiero despedirme de todos ustedes y desearles éxitos en sus estudios, trabajos y proyectos artísticos. Recordad siempre que el éxito de cada uno de nosotros es también el éxito de todos. Recordad que cuando se baja el telón, se apagan las luces y callan los aplausos el ARTE continúa, silencioso, caminando junto a nosotros y en el interior de cada espectador .

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